Por estos días se registra el regreso a clubes y caballerizas de muchos caballos deportivos que pasaron el verano en el campo o, en algún caso, en un piquete de algún centro hípico,
pero alejados de la competición y el entrenamiento. En esas circunstancias, a muchos de ellos se les habrán quitado las herraduras -para descanso y recuperación del casco y por seguridad en la convivencia con otros congéneres-.
Hemos realizado un reportaje al Dr. García Liñeiro, Profesor de la Universidad de Buenos Aires y además docente de la Escuela de Herradores de esta misma alta casa de estudios, para preguntarle sobre los distintos aspectos del cuidado de los cascos luego del descanso del verano, claro está, un detalle importantísimo que redundará en la funcionalidad y performance y que merece la mayor atención.
¿En qué condiciones se presentan los cascos de los caballos que vuelven de su descanso
para reincorporarse a la actividad deportiva?
Bueno, dependerá si se fueron a descansar herrados o desherrados y también del lugar en el cual estuvieron. Lo más frecuente es que lleguen con fracturas de casco, desgastes excesivos, contusiones de palma e intertrigos de ranilla, entre otros casos.
¿Los deterioros que presentan a qué se deben?
Podemos mencionar el tipo de terreno en el cual están sueltos, (en el caso de terreno duro, por seco o por pedregoso), que lleva fundamentalmente a las fracturas de muralla o contusiones de suela, y más si están desherrados. Por otro lado, los terrenos bajos o excesivamente húmedos, predisponen a alteraciones en el tejido córneo del casco, en donde -por acción de bacterias anaeróbicas- se produce la degradación de ranilla, produciendo la enfermedad conocida como Intertrigo de Ranilla o también eventualmente, dermatitis en la zona posterior de la cuartilla, producidas por bacterias y hongos, llamadas genéricamente Arestín. Se debe destacar que el control diario de un caballo a descanso por parte de los encargados es primordial, teniendo en cuenta también la calidad del piso del box y su cama, si es que tiene estabulación nocturna.
¿Les afecta la falta de herraduras durante un lapso de vacaciones?
El tema de mantener o no las herraduras es una situación que puede llevar a ciertas diferencias de criterios. A veces se dice, les sacamos las herraduras para que los cascos descansen, pero esta afirmación puede no ser válida en todos los casos. El casco crece 1 cm. por mes en promedio. El equilibrio entre crecimiento y desgaste estará relacionado al tipo de terreno y a las características temperamentales del caballo. Si el terreno es excesivamente duro o el caballo es muy nervioso y tiende a ejercitarse en exceso, es obvio que el desgaste será superior al crecimiento con los consiguientes problemas. También es muy importante contemplar las alteraciones preexistentes en ese casco. Existen cascos que son más frágiles que otros, situación bien conocida por los jinetes, herradores y veterinarios. Pero también hay casos en los que por lesiones antiguas en la corona, (lugar desde el que crece el casco), sucede que el casco crece en porciones muy débiles o hasta separado. En estos casos, sacarles las herraduras puede ser muy perjudicial, ya que se promueve y, aún más, se empeora el cuadro que ya padecen. También debe tenerse en cuenta que si el animal padece alguna enfermedad del pie crónica como Síndrome podotroclear, Osteítis de falange distal, Fractura de Falange distal, etc. deben tener un control ortopédico durante todo el descanso por un herrador calificado y su médico veterinario.
¿Incide en el crecimiento del casco algún cambio que pueda haber tenido en la alimentación o en su manejo general?
Toda alteración de manejo importante, como deficiencias nutricionales, o a veces hasta enfermedades que pudieron haber afectado al caballo durante el descanso, pueden quedar grabadas en el casco. A muchos les habrá sucedido, que cuando miran el casco de sus caballos, a veces, encuentran seños, que son como líneas bien marcadas paralelas al piso, que denotan que en algún momento el caballo sufrió un problema sistémico, es decir, que ha comprometido todo su equilibrio orgánico. Como ejemplo, pudo haber sido una enfermedad infecciosa que cursó con altas temperaturas, parasitosis muy importantes, infosuras y también deficiencias nutricionales importantes, especialmente de aminoácidos azufrados. Todas estas enfermedades, si duran pocos días, provocarán seños que se marcarán en mayor o menor grado, pero si la situación se mantiene por meses, es obvio entender que la calidad del casco producida durante la convalecencia, será baja.
¿El tratamiento que debe dársele a los cascos durante el descanso, como desvasado, herrado, etc., es similar al que se realiza durante el año de trabajo?
En un caballo sin enfermedades del pie, requerirá por lo menos un desvasado si es que está desherrado entre los 30 a 40 días desde el último herraje y si esta herrado, es lógico que en ese mismo plazo se realice el correspondiente cambio de herraduras. Como mencioné previamente, si el caballo padece alguna enfermedad del pie que requiera un tratamiento ortopédico, es indispensable la intervención del control del Médico Veterinario y de su herrador habitual.
¿Incide la falta de cuidado intensivo o diario como el que le prodiga su cuidador o caballerizo?
Desde ya que la falta de limpieza y la falta de uso de ciertos astringentes especialmente si están en pisos húmedos, puede influir en la génesis de lesiones en el casco. Respecto a las grasas para cascos, se puede decir que el engrasado diario, es bueno en tanto y en cuanto se utilicen productos de buena calidad. A veces existe divergencia en la opinión sobre la composición de las diversas grasas y ungüentos. Hay quienes opinan que la presencia de productos a base de lanolina y petrolato en un protector de cascos puede ayudar, pero también hay quienes piensan que pueden ser perjudiciales. De la misma forma, algunos fabricantes afirmarán que la presencia de proteínas en un protector de cascos ayuda al crecimiento de los mismos, pero también éste es un punto muy discutible.
¿Normalmente requieren la aplicación especial de algún producto protector o sellador?
La aplicación de cualquier tipo de producto sellador requiere siempre la consulta previa con un médico veterinario ya que muchas veces se puede realizar la oclusión de procesos sicóticos involucrados en fracturas de uñas, perpetuando el proceso. Existen productos que se proclaman como antisépticos, pero dicho efecto puede ser efímero por descomposición del químico que puede involucrar, facilitando posteriormente con el sellado un empeoramiento del cuadro que padecen. Considero que siempre que se utilice algún tipo de producto sellador, debe realizarse una exhaustiva revisación del tejido córneo, debiendo ser aplicado por primera vez por el médico veterinario a cargo del animal.
Definimos como tal a un producto en forma de pomada, ungüento o aceite que lubrica y promueve el crecimiento normal del tejido córneo del casco, que tiene funciones antisépticas y que a veces tiene una función cosmética. Existen también en forma de pinturas acrílicas, con un efecto sellador, que son aplicados con los mismos fines.
¿Por qué se considera necesario su uso?
Un casco sano, con adecuada humedad, absorbe el impacto del suelo, mejor que un casco reseco. Todo casco saludable tiene una capa fina y lustrosa de material que cubre la pared del casco (estrato tectorium). La función de este barniz es de retrasar la evaporación de la humedad, cuya retención es importantísima para los cascos sanos. Esta capa, se pierde durante los herrajes por el escofinado de la pared, situación que lleva a un aumento de la pérdida de humedad, por lo que el casco se endurece y no proporciona más la correcta función de absorción del impacto al pisar.
Esta situación puede ser revertida por el uso de un protector evitando así el resecamiento.
También pueden utilizarse en cascos quebradizos, o con malformaciones en la queratogénesis con el fin de paliar el problema, (lo que no siempre es posible).
¿De dónde proviene la humedad natural del casco?
pared del casco. Esos productos al penetrar por dichos agujeros pueden constituirse en medio para el cultivo de bacterias y hongos. También es importante considerar que la mayoría de los protectores convencionales no debe usarse en patas mojadas o embarradas.
1- La garantía de un buen producto, una fórmula suficientemente probada y una marca en la que se pueda confiar.
2- Un producto que mantenga la humedad natural del casco y lo conserve "flexible".
3- Optar por un producto eficaz más allá de su precio. Normalmente se recibe no más de lo que se paga.
4- Consultar a su médico veterinario.
Dr. José Alberto García Liñeiro
Profesor de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires
Docente de la Escuela de Herradores de la misma facultad
Jefe del Servicio Veterinario del Club Alemán de Equitación
José Alberto García Liñeiro